Historia Industrial de Alcoy

La historia industrial de Alcoy es la historia de la Europa industrial en miniatura. Una Ciudad se considera Industrial cuando más del 50 % de sus habitantes perciben sus rentas del Sector Industrial.

Alcoy: Ciudad pionera en el proceso de Industrialización de España (desde mediados del Siglo XVIII).

Hacia 1750, más de la mitad de la población activa alcoyana trabaja en la manufactura textil y papelera, superando así a los trabajadores dedicados a las actividades agrícolas. Se considera así a Alcoy como Ciudad Industrial desde entonces.

Cavanilles, en sus “Observaciones…” cifra en 14.626 personas los habitantes de Alcoy para la Cura (censo) de 1793. En esas fechas, Mánchester y Liverpool, en UK, dos ciudades pioneras, referentes mundiales en el proceso de Industrialización, tienen unos 21.000 y 18.000 habitantes, respectivamente.

Alcoy es, pues, una de las primeras ciudades en España en alcanzar el desarrollo industrial y, sin duda, la primera del antiguo Reino de Valencia en conseguirlo.

La evolución económica es coyunturalmente cíclica y estructuralmente rupturista. Alcoy no es ajena a ambos vectores.

La evolución económica de un territorio viene marcada, históricamente, por la respuesta dada por sus empresas a los cambios coyunturales y, sobre todo, a los estructurales:

  • Coyunturalmente: por su adecuación a los ciclos económicos clásicos, de expansión y contracción de la demanda.
  • Estructuralmente: por su reacción frente a condiciones extremas de ruptura del modelo en vigor. Por causas de Crisis:
  • Científica o Tecnológica: nuevos conocimientos científicos, nuevos procesos tecnológicos, nuevos materiales, nuevas fuentes energéticas, …
  • Político – social: guerras; cambios de régimen político; nuevas leyes, normas y regulaciones, tanto nacionales como internacionales; …
  • Comercial: nuevos mercados, nuevo marco mundial de especializaciones productivas y desregulación comercial (OMC); reducción de los costes de transporte; internacionalización y globalización, …

La historia económico-empresarial de Alcoy es el resultado de la adecuación – ¡o no! – de sus empresas a los diferentes cambios sufridos en los últimos 270 años. Desde 1750 hasta 1970 las empresas de Alcoy supieron adaptarse positivamente a los cambios coyunturales y estratégicos.

Siglo XVIII

1723: Como consecuencia de las políticas reales de Nueva Planta, la Fábrica de Paños (Asociación Gremial) para a ser Real Fábrica de Paños, al fabricar tejidos para los uniformes militares del Ejército Real.

Primeros molinos textiles y papeleros, especialistas en papeles finos y cartoncillos.

Siglo XIX:

1819: instalación de las primeras máquinas de cardar e hilar.

1821: Ludismo en Alcoy. Destrucción de las máquinas instaladas. Crisis del sistema gremial y de su sistema de formación (aprendices, oficiales y maestros).

1828: La Real Fábrica de Paños crea en Alcoy el Establecimiento Científico Artístico. Embrión de las nuevas enseñanzas técnicas que precisa el proceso de industrialización.

1830: Primera fundición de hierro.

1832: Instalación de la primera caldera de vapor, por Joan de Subercase. Ingeniero valenciano de ascendentes belgas e ingleses. Uno de los primeros titulados por la Escuela Superior de Ingenieros de Caminos de Madrid. Director de esta de 1837 a 1848.

1841: Primer curso en Alcoy del “arte de tejer en Telares Jacquard”

Desarrollo paralelo al textil y papel de una significativa industria mecánica: de la madera, metalúrgica y de talleres de fabricación y reparación de maquinaria. Para estos dos sectores y para la industria agrícola y alimentaria española.

1853: La Escuela Elemental de Industria es creada por el Ministerio de Fomento.

1855: Los husos y telares mecánicos superan en número a los manuales.

1860: D. Francisco Laporta Tort “inventa” el papel de fumar.

1860: Los empresarios de Alcoy construyen, a su costa, los 3 puentes que dan salida a sus mercancías hacia Valencia: Cervantes, Sant Roc y Petxina.

1880: Instalación de las primeras máquinas continuas de papel.

1886: Se crea la Escuela Superior de Industria y Escuela de Artes y Oficios, por el Ministerio de Fomento del Gobierno del Reyno de España.

1890: Instalación de las primeras máquinas continuas de papel.

1885-1900: gran inversión en mecanización del sector textil. Nuevas máquinas de cardar, continuas para hilar (selfactinas) y torcer, nuevos telares Jacquard. Mecanización de los tintes y acabados.

Siglo XX, hasta la Guerra Civil Española.

1900 – 1910: La energía eléctrica empieza usarse en las fábricas y talleres alcoyanos. Grandes incrementos de la producción y de la productividad en todos los sectores. La neutralidad española en la Primera Guerra Mundial permite incrementar la exportación.

1926: D. Cándido Miró inicia la producción industrial de las aceitunas rellenas de anchoa, con maquinas fabricadas en Alcoy.

Desarrollo de manipulados de papel y cartón.

Desarrollo de litografías de gran calidad para envases y embalajes, imprentas y editoriales de prensa y libros.

Fabricación de cerillas para el mercado español (La Mistera).

La inteligente respuesta pactada – no sin tensiones – entre la mayoría del empresariado y de los sindicatos obreros a la socialización de la industria local, dictada por la 2ª República Española, mantiene la producción alcoyana de los diferentes sectores.

Siglo XX (1940 – 1965). Postguerra Civil.

En el marco de una España autárquica, aislada política y económicamente, en la que no se tiene acceso a los mercados internacionales, y en la que no se puede, por tanto, adquirir:

  • Ni las nuevas materias primas inventadas (fibras textiles artificiales)
  • Ni las nuevas tecnologías, incorporadas a las maquinarias producidas por los fabricantes extranjeros, europeos y americanos.

Alcoy vive una época de esplendor en todos sus sectores industriales al vender sus diferentes productos (textil, papel, maquinaria, alimentación, etc.), producidos con tecnología y maquinaria autóctonas, en sus tradicionales “mercados cautivos”, de esta España aislada; en donde gozan de un gran prestigio, por su relación calidad / precio.

A partir de 1959, con la implantación del Plan de Estabilización de López Rodo, en el que se sientan las bases de lo que se llamó “el milagro económico español”, a partir de la progresiva apertura de España hacia los mercados internacionales, fruto de un también progresivo desbloqueo político de España, se inicia la transformación del marco económico – tecnológico – comercial nacional e internacional, que cambia drásticamente las “reglas del juego” en las que se desenvuelve la economía alcoyana.

1960 – 1975: Inicio de la Gran Crisis de la industria alcoyana.

Hasta la década 1960, la economía (y el éxito) de las empresas alcoyanas se basa en:

  1. Sus tradicionales productos básicos para los cautivos mercados españoles: pañería, papeles especiales, maquinaria para transformados agrarios, etc.
  2. Una tecnología autóctona, desarrollada a partir de las máquinas adquiridas antes de la Guerra Civil, muchas extranjeras, perfeccionadas y modificadas por los fabricantes locales de maquinaria.
  3. Un sistema productivo de verdadero “distrito industrial marshalliano”, con trabajo en red, entre fabricantes finales y proveedores locales altamente especializados, pero todos ellos con un alto componente de procesos manuales, en su cadena productiva.
  4. Este modelo productivo, intensivo en mano de obra, puede funcionar, durante la etapa 1940-1970, gracias a que los sucesivos incrementos de costes salariales pueden ser absorbidos, al poder trasladarlos a los precios de venta de los productos en dichos mercados “cautivos”, al no haber competencia internacional y ser muy limitada la nacional, en un escenario de fuerte demanda y escasez de oferta de la industria nacional, en esos años
  5. Así, en Alcoy, existen decenas de empresas con centenares de empleados en todos los sectores. Y algunas con más de 500 y 600 operarios: Ferrándiz, Carbonell, Papeleras Reunidas, etc.
  6. Una incipiente actividad exportadora a mercados no-europeos: centro y sudamericanos, norteafricanos, etc.

1975 – 1985: “crónica de una muerte anunciada”. La gran crisis de la industria tradicional alcoyana.

1975 – 1985: la apertura política económica que se inicia en 1975 con la Transición democrática en España, y que conduce al llamado “2º milagro español”, es el detonante del fin de la tradicional empresa industrial alcoyana.

El modelo seguido desde los años sesenta en la industria alcoyana se ajusta bastante a lo que el geógrafo francés J.P. Hossel define como “industrialización espontánea”. Es decir, un modelo basado en la tradición artesana y en una mano de obra abundante, con salarios bajos y utilización intensiva de trabajo.

En esta década cierran y desaparecen prácticamente todas las empresas significativas de Alcoy, importantes industrias de los sectores textil, papel y metal, con centenares de trabajadores en plantilla. Causas principales:

  • El enorme incremento de los costes salariales ya no puede llevarse a los precios de venta:
  • Debido a la inflación desbocada durante el período 1970 – 1980: antes de la firma de los Pactos de la Moncloa, la inflación interanual en España llegó hasta el 29,7 %
  • La fuerte conflictividad sindical en el turbulento marco político-social de estos años redujo mucho la productividad de la mano de obra.
  • La apertura de España al comercio internacional. Y con ella, a la competencia de productos manufacturados importados y la entrada de nuevas materias primas y de maquinaria producidas por empresas multinacionales extranjeras, que incorporan nuevas tecnologías y procesos avanzados, altamente competitivos.
  • La mejora acelerada del nivel y de la calidad de vida de los compradores de los viejos “mercados cautivos” que prefieren nuevos y diferentes productos, muchas veces, mejores y más baratos.
  • El obsoleto modelo de gestión de la industria tradicional alcoyana. Empresa básicamente de accionariado y dirección familiar. Con intereses, conocimientos, capacidades y actitudes de sus dirigentes no adecuadas a las exigencias de los nuevos tiempos.
  • Todo ello unido a la rigidez de la Legislación Laboral española de la época, diseñada para “un empleo para toda la vida”, que hizo absolutamente inviables a la mayoría de las industrias alcoyanas, abocándolas a su cierre y liquidación. O, en el menos malo de los casos, a su reconversión en Sociedades Laborales.